viernes, 3 de junio de 2022

Un modo de ver las cosas (Poética en perspectiva)



Intentando desvelar los entresijos y los arcanos que se aposentan entre las bambalinas y en la trastienda de un Centro del Profesorado.

No es difícil la tarea, detrás de un CEP hay pocas cosas misteriosas, pero, las que hay, en su simplicidad poseen una endiablada enjundia: mucho trabajo, una creencia firme en que el colectivo docente tiene derecho a una consideración social equiparable al de otros cuerpos, y que tal consideración pasa, en buena medida, por el compromiso con su puesta al día y su perfeccionamiento a través de la formación.

Permitidme que en este blog sea realista, desprendido de oficialismos, triunfalismos y dogmas; que sea claro, ajeno a sobreentendidos y a falsas ideas preconcebidas; que no sea nada pedagógico con el fin de evitar caer inconscientemente en la pedantería, y, por lo tanto, que sea lo más sincero que mi honestidad me deje.

Y permitidme, finalmente, un tono personal, a veces sarcástico, a veces irónico, a veces serio sin pretender ser aburrido, a veces escéptico, y, siempre, inocente (o aparentemente inocente). Es mi tono, no tengo otro cuando escribo.

Bienvenidos a este blog, espero que paséis buenos ratos en él, que juntos desmitifiquemos muchas cosas -que es bien necesario- y que aprendamos algo también juntos.

¡Ah! Al entrar en el blog se activa la escucha de un tango (pincha en el recuadro de la derecha si quieres detenerlo): no está elegido al azar, se trata del famoso "Cambalache" de Enrique Santos Discépolo, compuesto en 1934 para la película "El alma del bandoneón" (dirigida por Mario Soffici en 1935). Os pediría que lo escucharais, al menos la primera vez que visitéis este blog, y que os dierais cuenta de qué poco ha cambiado el mundo desde entonces, quizás desde siempre. La elección de este fondo musical, digo, no es fruto de la casualidad, ya que creo -y me parece que todos creemos- que un mundo mejor es posible, que es posible una realidad que pudiera un día contradecir a este tango (más abajo va la letra completa). Y ello, el cambio que el mundo necesita, sólo puede ser alcanzado a través de la educación desde la base, una educación cada vez mejor, de calidad, actualizada, universal, gratuita, igual y equitativa para todos; y rica en valores. Así sea.

Salud.

Alberto Díaz-Villaseñor Cabrera
Director del CEP Sierra de Córdoba

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Cambalache (tango)

En este enlace podéis consultar el significado de algunos vocablos del argot "lunfardo" típico porteño, es decir, de Buenos Aires, que aparecen en el tango. 

Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...

¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...

¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...